Con o sin almohada: ¿qué sueño es más útil?

Uno de los mayores problemas de la persona moderna es el dolor de espalda y cuello. Mucha gente pasa la mayor parte del día encorvada frente a un ordenador. Esta postura no contribuye a la salud de la espalda. Hay otras profesiones que obligan a una persona a pasar mucho tiempo en una posición antinatural para el cuerpo.

En este contexto, muchas personas intentan que sus vacaciones sean lo más cómodas posible. Esto incluye comprar un colchón ortopédico cómodo, establecer una rutina diaria, elegir la posición adecuada para dormir y, en algunos casos, renunciar a la almohada. Los defensores del último punto afirman que dormir sin almohada para la postura es útil y previene el desarrollo de osteocondritis. Pero ¿es realmente así y cuáles son las consecuencias de dormir sin almohada?


¿Por qué es necesaria una almohada?

La tarea principal del accesorio es brindar soporte al cuello y la cabeza. Una pequeña almohada ayuda a nivelar la inclinación de la columna cervical y así reducir las sensaciones desagradables en los hombros y la nuca.

Una almohada realiza una función especial cuando una persona se acuesta de lado. La curvatura antinatural del cuello en esta posición provoca un flujo sanguíneo excesivo, lo que provoca mareos, dolor y sensación de fatiga. Una buena almohada sostiene la cabeza en una posición natural y relaja el cuello.

Dormir sin almohada: beneficios y daños para el organismo

Quienes se oponen y apoyan a las almohadas tienen argumentos que confirman la forma de dormir elegida. Para quienes prefieren dormir sin almohada, suele haber varios beneficios.

Argumentos en favor

  • Reducción de arrugas. Acostarse boca abajo con la cara hundida en una almohada ejerce presión sobre la piel y los músculos, lo que provoca más arrugas.
  • Incrementar el nivel de higiene. Una funda de almohada es un excelente lugar para que se reproduzcan bacterias dañinas. No se cambia todos los días, pueden aparecer erupciones en la piel y aumenta el riesgo de desarrollar alergias. Es cierto que en caso de rechazo de la almohada ocurre lo mismo con la sábana, que sobre todo no se cambia todos los días, pero esto no impide a quienes les gusta dormir sin almohada.
  • Reducir la carga sobre la columna. Una almohada grande no contribuye a la posición anatómicamente correcta de las vértebras, lo que provoca pellizcos de las raíces nerviosas y dolor.

Parecería que los beneficios de dormir sin almohada son obvios, pero en la práctica no todo es tan sencillo.


Argumentos en contra

Dormir sin almohada reduce la calidad del sueño y provoca problemas de salud:

  • Dormir sin utilizar una almohada genera molestias a la mayoría de las personas, por lo que inconscientemente intentan ponerse un brazo debajo de la cabeza. Esta posición provoca un deterioro de la postura, entumecimiento de los músculos, compresión de los vasos sanguíneos y otras consecuencias desagradables.
  • Dormir sin almohada en la osteocondritis no reduce la carga en la zona del cuello, como resultado de lo cual comienzan procesos destructivos en los cartílagos intervertebrales. El cuello y la "parte posterior del cuello" se hinchan, se pellizcan las raíces nerviosas y aparecen dolores.
  • Deterioro de la circulación sanguínea cerebral: resultado de dormir en una cama plana. Ocurre como resultado de la compresión de los músculos de la espalda y la alteración del flujo sanguíneo en la columna.
  • Dormir boca arriba sin almohada provoca ronquidos. En este caso, ni la propia persona ni la que duerme a su lado podrán dormir.

Para algunos, ese sueño puede ser mortal. Esto se aplica a personas que padecen insuficiencia cardíaca, congestión pulmonar y pacientes propensos a sufrir un derrame cerebral. También es peligroso dormir en un plano para pacientes con glaucoma.

Como puede ver, renunciar a una almohada hace mucho más daño que bien, por lo que aún es necesario un accesorio para dormir. Sugerimos elegir un buen modelo con propiedades ortopédicas de nuestro catálogo. Todas las almohadas son hipoalergénicas y cumplen perfectamente su función, proporcionando una posición cómoda para la cabeza y el cuello durante el sueño.