Duración del sueño según la edad
El sueño influye directamente en nuestra salud física, estado psicoemocional, productividad e inmunidad. A pesar de la gran importancia que tiene, la necesidad de sueño varía según la edad de la persona. En este artículo, intentaremos analizar las razones y veremos en detalle cuántas horas de sueño necesita una persona en las diferentes etapas de su vida.
Por qué la duración del sueño cambia con la edad
A lo largo de la vida de una persona, se producen numerosos cambios fisiológicos y psicológicos en su organismo. Dependiendo de la categoría de edad, el sueño puede cumplir diferentes funciones:
- En bebés y niños: es un factor clave para el crecimiento, el desarrollo cerebral y el fortalecimiento del sistema nervioso.
- En adolescentes: el sueño regula el balance hormonal y la adaptación a los rápidos cambios en su cuerpo.
- En adultos: es fundamental para la recuperación del cuerpo tras el trabajo, la reducción del estrés y el mantenimiento de las funciones cognitivas.
- En personas mayores: el sueño ayuda a mantener la salud mental y a reducir los síntomas de enfermedades crónicas.
Duración recomendada del sueño
A continuación, te ofrecemos una información general sobre la duración del sueño que suelen necesitar las personas según su edad:
- Recién nacidos hasta los 3 meses: en su mayoría duermen entre 14 y 17 horas al día, con un sueño dividido. Algo similar ocurre con los bebés de 4 a 11 meses, cuya duración total de sueño es de 12 a 15 horas, que incluye tanto el sueño nocturno como el diurno.
- Niños de 1 a 2 años y preescolares hasta los 5 años: aún tienen siestas durante el día, y la duración total del sueño al día generalmente es de 10 a 14 horas.
- Niños en edad escolar (6-13 años): duermen entre 9 y 11 horas, lo cual es crucial para el desarrollo de la atención y la memoria.
- Adolescentes de 14 a 17 años: duermen entre 8 y 10 horas. A menudo tienen problemas de sueño debido al estrés escolar y al uso de dispositivos electrónicos hasta tarde.
- Jóvenes de 18 a 25 años y adultos hasta los 60 años: se encuentran en el pico de su actividad cognitiva, y su sueño suele ser de 7 a 9 horas. Es importante establecer una rutina estable y evitar la falta crónica de sueño.
- Personas mayores: suelen dormir entre 7 y 8 horas, aunque su organismo necesita más sueño. El sueño prolongado se ve dificultado por una mayor sensibilidad y la fragmentación del mismo.
Para hacer que el sueño sea lo más tranquilo y saludable posible, recomendamos intentar acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, crear un ambiente cómodo para dormir, evitar el uso prolongado de dispositivos electrónicos y reducir el consumo de cafeína por la tarde.
Sueño insuficiente o excesivo: consecuencias
La falta de sueño tiene consecuencias más que evidentes que el sueño excesivo. Entre ellas se pueden destacar:
- Deterioro de la concentración y la memoria;
- Disminución del sistema inmunológico;
- Aumento del riesgo de desarrollar depresión, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
Por otro lado, el sueño excesivo puede llevar a una disminución de la energía y la productividad, y, si es algo frecuente, puede ser un síntoma de diversos problemas psicológicos.
Es importante prestar suficiente atención a la duración del sueño, así como no ignorar los problemas de sueño en nuestros seres queridos. Si tienes dificultades para conciliar el sueño, prueba con meditaciones o caminatas antes de acostarte. La duración del sueño es tan importante como su calidad.